lunes, 21 de diciembre de 2009

Erotismo y una más

La sensación de erotismo puede ser, de la manera más vulgar pero sensiblemente filosófica como la maneja el Marqués de Sade en Julieta, Justine o 120 días de Sodoma, y toda su obra en sí, basándose en la hipocresía del burgués que por encima de la mesa come con tenedor y por debajo se conforma con morder directamente del plato; o puede dejar de ser erotismo para convertirse en el fino arte de la pornografía, que no tiene más utilidad que satisfacer una erección a través de un estado de abstracción e incercia en la mano. Pero cuando lo sanamente indecente, se convierte en un arma contra la humanidad misma y un monumento a la degradación de la mujer, por medio de una violenta ingenuidad de la misma, no se vuelve vulgar - porque lo vulgar sigue siendo maravilloso y sano-, sino grotesco, fatal, mediocre, triste; me refiero al famoso Reggaeton, refiriendome al baile.

Creo que no debemos llegar al punto de la degradación aplaudida. Si bien no es bueno el moralismo católico del no sexo, tampoco es válido el sexo con el propósito de humillar teniendo el consentimiento inconsciente, ya que, en este tipo de baile suele degradarse a la mujer siendo ella ignorante de tal situación, por medio de una imposición cultural llamado: Moda.


Tal vez estaré redundando por y para siempre, pero convergo con el escritor mexicano Octavio Paz cuando dice que "El amor sin erotismo no existe, el erotismo sin amor es frecuente", pero no es necesario llevarlo al grado del hedonismo sin nostalgia, incluso el sexo más desinteresado por la persona, tiene un seguimiento emocional -barato-, pero la gente está acostumbrada a diferencias entre sexo y hacer el amor; lo que yo encuentro, sin embargo, en el baile del reggaeton, no es un sexo de ninguna manera, sino una burla a la inteligencia humana.

Cuando alguien tiene relaciones sexuales se llama sexo; no hacer el amor, hacer el amor es asir de la mano a la pareja, pero aun el sexo tiene un toque de cursilería hortera que puede y permite darnos una evolución sexual para la mejora personal en esa índole. Cuando todo eso se pierde, no logra disfrutarse, podría decirse que hasta se borra la imaginación de la mente y queda la persona bloqueada.

Fin de parte 1

1 comentario:

  1. Efectivamente, el erotismo tiene que ver con la contemplación estética, la transgresión a las prohibiciones (obvio que si la conducta decadente frente a la sexualidad, manifestada en la rítmica lasciva y sexista es aceptada socialmente, o por lo menos aplaudida, deja de tener una prohibición latente) Por tal, no puede hablar de los términos elevados de la erótica en este juego de sexos degradados (y degradantes).

    Yo, en algún momento pasado, tomé interés desgarrador en torno a esta clase de movimientos (feminista, claro, me sentía agredida por sus seguidores) Pero después encontré lo estéril que resulta (al menos para mí). Finalmente, comprendo que esta clase de manifestaciones giran en torno a un mecanismo de intermitente represión a la sexualidad, por tal, depende de un contexto y una determinada población que ha sido invadida conductistamente por estos fenómenos...
    Seguiré el comentario en el siguiente post

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